Ejes
Este eje se orienta a preservar el bienestar de las personas adultas mayores en situación de pobreza o vulnerabilidad, mediante su acceso a oportunidades de protección social que les aseguren redes de protección y cuidado, recursos monetarios o en especie, y el fortalecimiento de capacidades para el mantenimiento de competencias físicas, cognitivas, emocionales, laborales, productivas y sociales, que aseguren su autonomía, independencia y calidad de vida.
En el Perú, este grupo poblacional se caracteriza por poseer un bajo nivel educativo, tener una alta incidencia de pobreza, y no contar con seguro de salud ni pensión contributiva.
En cuanto a los riesgos que enfrentan los adultos mayores de 65 años o más, los principales están relacionados a su estado de salud, al tener una mayor prevalencia de enfermedades y al ser inusual la búsqueda de atención ante enfermedades.
Este eje estratégico considera los 65 años como la edad umbral para ser considerado adulto mayor, dado que tanto el Sistema Nacional de Pensiones (SNP), el Sistema Privado de Pensiones (SPP), así como el programa de asistencia solidaria Pensión 65 otorga beneficios, vinculados a la condición laboral y por tanto física de los trabajadores, a aquellas personas que igualan o superan dicha edad.
Bajo este eje se prevé que para asegurar el bienestar en la vejez, se requiere, como resultado inmediato, mantener, fortalecer o adquirir en las personas adultas mayores un conjunto de capacidades vinculadas a lo físico, estado nutricional, rendimiento cognitivo, generación autónoma de ingresos, entre otras. Así, en base a la revisión de la evidencia, en este eje se requiere trabajar articuladamente para asegurar estos aspectos:
- El acceso a servicios de salud de calidad, en especial geriátricos, que permita la atención de los adultos mayores que tienen una mayor prevalencia de enfermedades.
- El otorgamiento de recursos económicos, como una pensión, que permita a los adultos mayores disminuir la angustia respecto a la generación de ingresos para cubrir sus necesidades.
- La promoción y fortalecimiento de redes locales de apoyo social, emocional y afectivo al adulto mayor. Además, la creación de talleres que promuevan la integración del adulto mayor a la comunidad y labores productivas y artísticas, asegurando una mejora en la autoestima y bienestar.
Ello permitirá obtener los siguientes resultados intermedios, necesarios para asegurar el bienestar del adulto mayor: a) Competencias para mantener la independencia física, mental y emocional; b) Competencias para mantener la autonomía económica; c) Competencias para lograr y/o mantener la autonomía social.